El derbi vasco se vivirá con intensidad a lo largo y ancho del territorio vasco. Pero hay un enclave unos metros más allá del Ebro que también estará pendiente de lo que suceda el domingo en San Mamés. Es Rincón de Soto, una localidad de unos 3.500 habitantes situada en La Rioja Baja y que tiene voz propia en el clásico vasco gracias a la presencia de dos de sus vecinos, el rojiblanco Fernando Llorente y el blanquiazul Rubén Pardo.
Nos acercamos hasta allí para pulsar el ambiente que se vive estos días. Tomamos la A-15 hasta la salida de Marcilla y, una vez dejado atrás Peralta, cientos de perales a ambos lados de la carretera nos avisan de que estamos llegando a Rincón de Soto, mundialmente conocida por la producción de esta fruta, que cuenta con denominación de origen. Desde la lejanía, el campanario de la iglesia barroca de San Miguel Arcángel nos da la bienvenida y nos presenta un pueblo caracterizado por sus casas dieciochescas y organizado en torno a dos avenidas que se cruzan perpendicularmente. En una de ellas, la de La Rioja, se encuentran las casas familiares de los Llorente y los Pardo apenas separadas por 400 metros. En la mitad se halla el Colegio Público Eduardo González Gallarza, en el que estudiaron nuestros protagonistas y en cuyo campo de fútbol de tierra dieron sus primeras patadas al balón. (+diariovasco.com)
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