ESCUDO DE NUESTRA PEÑA

ESCUDO DE NUESTRA PEÑA
peña txuri-urdin alcarreña

13 mayo 2012

ADIÓS A ARANBURU Mikel, Mikel, Mikel, Mikel Aranburu El capitán de la Real fue despedido con un homenaje caluroso y sencillo en un estadio prácticamente lleno en el que mandó la emoción durante toda la noche

Mikel, Mikel, Mikel, Mikel Aranburu... Fue un grito unánime, salido de las entrañas de los miles y miles de realistas que ayer estuvieron cerca de llenar las gradas del estadio. Era el día del capitán. Todos los que estábamos allí queríamos mostrar nuestra admiración y respeto a un realista de una pieza, a un hombre que puso siempre a su equipo, a su club, por delante incluso de sus propios intereses personales.

Apareció Mikel Aranburu sobre el césped junto con el presidente Aperribay y Anoeta se venía abajo. Sus compañeros vestían la camiseta con el número 11. Los que no jugaban, técnicos y auxiliares vestían de azul con dos fechas en la espalda, la de 1992 y la de 2012. El año en que un chaval de trece años llegó a la Real y la de ahora, la de la despedida. Por delante llevaban el agradecimiento al que ha sido compañero y capitán.

Hubo un vídeo breve. Escuchamos los bertsos de dos grandes amigos de Mikel como Amets Arzallus y Jon Maia. Los jugadores de ambos equipos se dejaron las manos aplaudiendo. Jokin Aperribay le entregó la insignia de oro y brillantes de la Real Sociedad. No se la pudo poner porque jugaba. Porque Mikel se despedía siendo titular.

En ese momento Mikel se situó en el centro del campo, se acercó a su mujer Maialen y a su txiki Oihan y dio un beso ligero al Aranburu más joven. Allí terminaba el primer capítulo de los actos de homenaje a uno de la Real, uno de los nuestros, uno de los mejores.

Bueno, quedaba la foto de familia con medio centenar largo de chavales y la Real entera. Allí estaban todos, los que jugaban y lo que no, los entrenadores, los fisios, los utilleros. Todos. Y entre ellos, dispuesto a jugar tras soportar un cuarto de hora de máxima emoción, el protagonista del día, Mikel Aranburu.
Noche inolvidable

Hora y media después llegaba otro de los grandes momentos de la noche. Mikel Aranburu era sustituido por Rubén Pardo. El capitán abrazaba uno por uno a todos sus compañeros, entregaba el brazalete de capitán a Xabi Prieto y se iba hacia la banda para entregar el testigo al más joven de la plantilla. Anoeta le despidió puesto en pie coreando su nombre y Mikel devolvió los aplausos a todo el mundo, a toda la gente que trataba de devolverle en un rato todo lo que hemos recibido de él durante veinte años.

La fiesta concluyó con toda sencillez tras la conclusión del partido con la última victoria de la carrera del protagonista del día. Sus compañeros le mantearon, le hicieron corro y le pasearon a hombros. Mikel Aranburu agradeció con unas palabras el cariño recibido y mandó un mensaje de fervor realista.

Terminó de dar la vuelta al campo a los acordes del 'Izarren hautsa' de Mikel Laboa y tuvo que atravesar un pasillo formado por todos sus compañeros, que le querían rendir honores en el momento de abandonar el césped del estadio en el que ha vivido lo mejor y lo peor del fútbol. Lo mejor lo disfrutamos en días como el de ayer cuando todo un club es capaz de agradecer lafidelidad y la entrega de gente como Mikel Aranburu. Ojalá haya en el futuro muchos como él porque querrá decir que la Real sigue haciendo historia en nuestro fútbol.

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