El día del 14º aniversario de su asesinato, la Real no pudo brindarle el triunfo, pero la hinchada agradeció el esfuerzo
Mikel Encinas | Donostia
Una mañana como la de hoy, hace catorce años, Gipuzkoa
amaneció sobrecogida. No por la eliminación de la Real de la Copa de la
UEFA la víspera. Fue un suceso infinitamente más grave el que convirtió
la mañana del 9 de diciembre de 1999 en la más triste de la historia
reciente del club. Miles de guipuzcoanos desayunaron aquel día con la
noticia del espeluznante asesinato de Aitor Zabaleta en
los aledaños del Vicente Caderón. El seguidor txuri urdin, que luchaba
por su vida cuando muchos aficionados se metieron en la cama tras ver el
partido de octavos de final de la UEFA por la tele, no pudo sobrevivir a
las graves heridas que provocaron sus agresores, con Ricardo Guerra
Cuadrado al frente, y de madrugada, falleció. (+mundodeportivo.com)
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