Como es tradición desde su fundación hace ya catorce años, la peña Real Sociedad de Valencia recibió ayer con paella a los aficionados txuri urdin desplazados desde Gipuzkoa. El acto de hermanamiento se celebró en la sociedad de cazadores El Portalet y la sobremesa de alargó casi hasta la hora del partido de Mestalla.
En las gradas del estadio valencianista se dejaron sentir los cerca de doscientos seguidores realistas que desafiaron al frío y los kilómetros para acompañar al equipo en esta difícil salida.
Mestalla es un campo maldito porque aquí se consumó el descenso a Segunda, aunque las dos últimas temporadas la visita de la Real se ha saldado con éxito.
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