La Real Sociedad no parece haber tocado suelo en su caída y, en el primer encuentro tras su descenso a segunda división, volvió a dar una pésima imagen para ser justamente superado por un Castellón que no tuvo que hacer un gran esfuerzo para sacar los colores a los 16.000 seguidores que se dieron cita en Anoeta.
Los donostiarras trataron de agradar a esa sufrida afición y dejar en el olvido los sinsabores de los últimos años, pero después de cinco minutos intensos se volvieron a repetir los errores de siempre y quedaron en evidencia los problemas para generar algún peligro. El Castellón logró llevarse los tres puntos con goles de Arana y Tabares, minetras que la afición sacó los pañuelos para despedir a los cabizbajos futbolistas vascos.
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