ESCUDO DE NUESTRA PEÑA

ESCUDO DE NUESTRA PEÑA
peña txuri-urdin alcarreña

02 marzo 2008

EL SANSE EMPATA EN GUADADALAJARA 2-2







Jornada 27
1 de marzo de 2008
Dépor 2 - Real Sociedad B 2

Dépor:
Sanmiguel, Antonio Moreno, Richi, Quesada, Jorge (m.58 Carrasco), Piñas, Rubén Cuesta, Santi (m.27 Manzano), Iván Moreno, Villa, Lambarri (m.84 Camacho)

Real Sociedad B:
Zubikarai, Plaza, Balenciaga, Beobide, Kintana, Esnaola, Gabilondo, Illarmendi (m.57 Rodellar), Viguera, Gio (m.53 Manu), Agirretxe (m.67 Oskitz)

Campo:
Pedro Escartín. Alrededor de 3.000 espectadores en las gradas. Unos 20 grados de temperatura al inicio del partido.

Incidencias:
Antes del encuentro la Peña Txuriurdin Alcarreña entregó una placa al capitán de la Real en conmemoración del 50 aniversario del filial vasco.
El alcalde de la ciudad, Antonio Román, presenció el partido en el palco.

Goles:
1-0 minuto 39. Richi
2-0 minuto 53. Villa -de penalti-
2-1 minuto 67. Oskitz
2-2 minuto 91. Gabilondo

Tarjetas amarillas:
Real: Plaza, Beobide, Kintana
Dépor: Quesada, Iván Moreno, Antonio Moreno, Manzano, Camacho

Tarjetas rojas:
Real:
Dépor:

Árbitro:
Santos Caballero, del colegio extremeño, auxiliado en las bandas por Iglesias Pintor y Olivera Vázquez.
La afición morada les reclamó un penalti por mano en el área blanquiazul a disparo de Iván Moreno en la jugada anterior al 2-1 de la Real.

La teoría del péndulo Con todo controlado en apariencia, el Dépor vio cómo volaban en el tiempo de descuento dos puntos del Escartín en dirección a San Sebastián. La película de tan inesperado descalabro recordó a lo sucedido en Valladolid antes de que el Dépor encadenase dos victorias frente a la Cultural y la Ponferradina. En esta ocasión, fue la lesión de Jorge lo que desarboló la parte de atrás del equipo. Resentido de la lesión en el abductor que le dejó en el dique seco para el enfrentamiento contra los pucelanos, el capitán abandonaba el terreno de juego en el minuto 58 con una ventaja en el marcador de dos goles y la apariencia de que todo terminaría felizmente para los morados. Su salida del campo obligó a Carrillo a poner al lateral Antonio Moreno en la posición de central acompañando a Quesada. El joven Carrasco ocupó el flanco derecho de la defensa. Y el péndulo empezó a oscilar hacia el otro lado. Quizá no por nadie en particular, sino porque la Real, hasta entonces habituada al fracaso en sus llegadas a puerta, a estamparse con los centrales o con Piñas, comenzó a disponer del balón y a encontrar huecos en la zaga morada que no se habían visto en la primera parte. Debido a que la historia no se repite, es complicado determinar qué fue lo que cambió el destino del choque, si los cambios de posición en el Dépor por las obligadas circunstancias o la apuesta ofensiva de Iñaki Eskisabel haciendo ingresar a Oskitz, Rodellar y Manu. El péndulo no se hubiese movido si dos minutos antes del primer gol donostiarra, un contragolpe llevado por Rubén Cuesta hubiese acabado en las mallas de Zubikarai. La ocasión pudo valer para ello pero Cuesta no se decidió a disparar de primeras. Su cesión a Iván Moreno, que venía en carrera, terminó en un lanzamiento que se estrellaba contra la mano de un rival sin que el árbitro señalase el punto de cal. Quizá no lo hizo porque cuarto de hora antes sí señaló un penalti en el área txuriurdin cuando el propio Iván Moreno cayó en una penetración por la parte derecha. Demasiadas penas máximas a favor de un equipo que vive en área ajena pero que sólo ha sido premiado con dos en 27 partidos. Del hipotético 3-0 que hubiese convertido el tramo final en una fiesta, se pasó a un preocupante 2-1. Sombrío porque la Real comenzó a llevar el balón, a tener fe en extraer un resultado positivo del Escartín y a provocar aguas defensivas, nervios y descolocación en un Dépor que en ningún momento había atravesado dificultades hasta entonces. La inercia del péndulo fue más fuerte de lo tolerable. Tanto que el 2-1 empujó al equipo morado a su campo, no sin antes disponer de hasta tres ocasiones más bien tímidas para haber abierto un hueco en el marcador que habría devuelto el partido a su natural desenlace. Iván Moreno por dos veces y Lambarri, dispusieron de sendas oportunidades para haber cambiado la suerte del partido. Inmediatamente después de la serie, fue Gabilondo quien dio el primer aviso serio colándose por el centro y disparando para que un defensor morado desviase a corner. Carrillo dio entonces entrada a Camacho por Lambarri dejando a Villa en punta. Quedaban cinco minutos y el Dépor intentaba poseer el balón y aguantarlo arriba, algo que no fue posible en la media hora final salvo a ráfagas. Pero el péndulo estaba lanzado. Apenas se había mostrado la pizarra electrónica con el tiempo de prolongación, nuevamente Gabilondo se aprovechó de una indefensión defensiva para colarse por el centro y batir a Sanmiguel.

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