El Consejo busca respuestas

La derrota ante el Deportivo acerca a la Real al fracaso aún más. La grada de Anoeta pidió la dimisión del Consejo, pero el ambiente no ha alcanzado los niveles de crispación habituales en otras latitudes, ni mucho menos. Por ahora, en el seno del club no se han tomado decisiones drásticas, aunque las leyes del fútbol no son ajenas a nadie, ni a directivos, ni a técnicos ni a jugadores.
Consejo. Varios consejeros se reunieron en Anoeta al final del partido contra el Deportivo. No fue una reunión formal del Consejo, sino un intercambio de opiniones en caliente, pocos minutos después de la derrota número 14 en lo que va de Liga.
Los directivos no están en la postura de intentar minimizar la protesta de Anoeta al final del partido y en el seno del Consejo se entiende que un descenso es una circunstancia tan grave que justifica por sí mismo que los accionistas se expresen directamente sobre cuál es la mejor solución para el club.
En ese sentido, la opción de encastillarse apelando al respaldo del 95% de la Junta General de Accionistas no es una hipótesis que baraje la directiva. En todo caso, la gestión de los tiempos sí que es un asunto que debe decidir. De todas formas, estas impresiones no son oficiales ya que el Consejo como tal aún no se ha reunido. Podría adelantar su cita de los martes a hoy, pero está sin confirmar.
En el seno del Consejo cada cual tiene su opinión sobre las causas que han llevado hasta este desastre, pero hay cierto consenso en sentir una gran decepción por el rendimiento de los jugadores sobre el campo.
Entrenador. La única decisión estratégica que le queda al Consejo, una vez cerrados los plazos de fichajes, es la continuidad del entrenador. En principio, el Consejo no ha decidido destituir a Lotina. Antes del partido ante el Depor, varios consejeros de forma individual coincidieron a la hora de explicar la posición del técnico y todos dijeron que la destitución no estaba sobre la mesa, salvo catástrofe absoluta, según apuntó uno de ellos. La cuestión es saber si un 0-1 es una catástrofe absoluta o no.
Alineación. Tras una semana algo atípica -reunión de jugadores y comparecencia de Lotina sin preguntas-, el entrenador puso en liza un once que admitía pocas discusiones, con los jugadores de más peso de la plantilla, los que deben asumir la responsabilidad a partir de ahora por razones obvias. Ninguno de ellos respondió a las expectativas, pero no pueden hacerse a un lado en estos momentos de máxima gravedad.
No ha trascendido si los jugadores trasladaron al entrenador alguna petición expresa tras su reunión del jueves, ni si técnico y plantilla han consensuado alguna fórmula a la que apostarlo todo de aquí al final de temporada. Las próximas alineaciones podrían decir algo en este sentido.
No es algo extraño que los jugadores hagan propuestas al entrenador ni menoscaba en absoluto la autoridad del técnico, sino que se trata de una práctica que puede rendir buenos resultados, como ha sucedido en muchos equipos y en todas las épocas.
Juego. Con esa alineación, la Real ofreció un buen nivel de intensidad y creó juego suficiente como para ganar el partido, porque tuvo dos ocasiones clarísimas y varias más suficientes para hacer gol. Sin embargo, la incapacidad realizadora del equipo es ya escandalosa, con 13 goles marcados en 24 partidos.
Lotina, con acierto, ha renunciado a buscar un organizador, que canalice el fútbol en torno al balón. Ha apostado por la fuerza y el oficio en el eje central, para dejar la inspiración en manos de los dos hombres de banda, Prieto y Savio. Con eso, la Real creó ocasiones suficientes para ganar al Depor, pero la falta de acierto de Herrera hizo imposible el gol.