Más de un millar de aficionados se dieron cita en la capital soriana al son de la marcha de San Sebastian.
El ambiente tenia buena pinta desde una semana antes, el comienzo de temporada, las ilusiones intactas, la última victoria, y como no, el buen recibimiento que siempre hacen los aficionados numantinos a la Real.
Numerosas peñas habian organizado viaje en autocar en un dia practicamente veraniego, en pleno mes de octubre, que se unió al ambiente festivo que vivía en Soria. Solo faltaba una cosa, y esa era la victoria.
Como viene siendo habitual en los desplazamientos a Soria, el ambiente fue insuperable, mas de un millar de aficionados realistas ocuparon el centro de la capital en gran armonia con los habitantes numantinos.
Sin duda fue una nueva muestra de fidelidad a unos colores que han cumplido recientemente cien años de historia.
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