Juan Antonio Rubio es un apasionado hincha que sigue a todos los equipos de la Real.
Los integrantes de la sección de pelota de la Real que se proclamaron campeones de España de clubes en la modalidad de pala el pasado fin de semana se quedaron perplejos al saltar al desértico frontón de Leganés. El único espectador que había en la grada les recibió con el cántico: El día que me muera, yo quiero mi cajón, pintado de azul y blanco, como mi corazón. Cuando se fijaron, vieron que estaba acompañado de su mujer y su hija, todos ellos vestidos de txuri-urdin.
Se llama Juan Antonio Rubio Bodas y, como cualquier seguidor realista de fuera de Euskadi, su afición tiene un origen, aunque en su caso, no esté definido: “Yo soy de Madrid, vivo en Leganés y tengo 38 años. Mucha gente de mi generación era de la Real, por el equipo de las dos Ligas. Todos los niños queríamos ser Arconada. A mí la afición me vino antes, porque el primer trajecito que conservo es de un niño de unos tres años, cuando la Real aún no ganaba. Me lo compró mi madre y tuvo que coserle a mano un escudo de la Real que compró en la calle Preciados de Madrid”. (+ noticiasdegipuzkoa.com)
Los integrantes de la sección de pelota de la Real que se proclamaron campeones de España de clubes en la modalidad de pala el pasado fin de semana se quedaron perplejos al saltar al desértico frontón de Leganés. El único espectador que había en la grada les recibió con el cántico: El día que me muera, yo quiero mi cajón, pintado de azul y blanco, como mi corazón. Cuando se fijaron, vieron que estaba acompañado de su mujer y su hija, todos ellos vestidos de txuri-urdin.
Se llama Juan Antonio Rubio Bodas y, como cualquier seguidor realista de fuera de Euskadi, su afición tiene un origen, aunque en su caso, no esté definido: “Yo soy de Madrid, vivo en Leganés y tengo 38 años. Mucha gente de mi generación era de la Real, por el equipo de las dos Ligas. Todos los niños queríamos ser Arconada. A mí la afición me vino antes, porque el primer trajecito que conservo es de un niño de unos tres años, cuando la Real aún no ganaba. Me lo compró mi madre y tuvo que coserle a mano un escudo de la Real que compró en la calle Preciados de Madrid”. (+ noticiasdegipuzkoa.com)
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