ESCUDO DE NUESTRA PEÑA

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20 febrero 2010

30 años de récord El Barça es el último equipo que no ha podido batir la marca de 38 partidos sin perder que logró la Real en 1980

Treinta años y subiendo. El récord de imbatibilidad de la Real sigue intacto tres décadas después y no hay nadie que lo amenace. Desde el 22 de abril de 1979 hasta el 11 de mayo de 1980 la Real estuvo 38 jornadas sin conocer la derrota. Ningún equipo se ha acercado a esa marca desde hace treinta años.

El último en fracasar en el intento ha sido el Barcelona. Llevaba 22 jornadas sin perder en Liga (21 de esta temporada y una de la pasada) y ya se había fijado en la marca de la Real, pero tendrá que volver a intentarlo. El pasado domingo perdió (2-1) en el Vicente Calderón y el récord de la mejor Real de la historia sigue intacto. Cumplirá, como mínimo, 31 años.

Un gran equipo no se construye de un día para otro y la racha de imbatibilidad se fraguó en dos temporadas consecutivas, las seis últimas jornadas de la 1978/79 y las 32 primeras de la siguiente.

Una leyenda tampoco se construye sin una gran derrota. Sin un héroe caído que se levanta y triunfa. Es lo que hizo la Real. Aquel equipo que estuvo más tiempo que nadie sin perder no ganó la Liga. La única derrota de todo el campeonato, la sufrida en el Sánchez Pizjuán de Sevilla (2-1) en la jornada 33, la penúltima del torneo, impidió que la Real ganara la primera Liga de su historia. En la última jornada, los blanquiazules ganaron al Atlético de Madrid (2-0), pero el Real madrid no falló en casa y se adjudicó el título.

Valencia, primera víctima

Todo empezó en Anoeta contra el Valencia. La Real, dirigida por Alberto Ormaetxea, venía de perder en Santander (1-0) en la jornada 28 de la temporada 1978/79. Una semana más tarde, el equipo ché visitó el viejo campo del paseo del Duque de Mandas y claudicó por un gol a cero. Fue el primero de los 38 partidos consecutivos sin perder.

Esa primera temporada la Real ganó a Salamanca, Barcelona y Las Palmas y empató con Real Madrid y Athletic. Fueron las seis primera jornadas sin perder de una racha que adquiriría su dimensión histórica en la temporada siguiente, la 1979/80, la primera de la 'santísima trinidad realista' con la imbatibilidad y los dos títulos de Liga.

La Real empezó ganando en casa al Las Palmas (1-0) y en San Mamés (0-1), magnífico augurio. Entonces, la Liga estaba formada por 18 equipos. Pasó el otoño. Pasó el invierno. La Real se colocó líder superando al Madrid en el primer partido de la segunda vuelta, gracias a un empate en Las Palmas. Llegó el Athletic a Atocha y perdió 4-0. Todo era felicidad para los aficionados de la Real. Pasó el invierno, avanzó la primavera y todo siguió igual. Los de Ormaetxea no perdían nunca.

Pero el 11 de mayo de 1980, la Real visitaba al Sevilla y todo cambió de un plumazo. Un gol del Bertoni dio al traste con las ilusiones realistas. Una derrota bastó para que la Real no pudiera ganar la Liga. El triunfo en Atocha en la última jornada no sirvió para nada.

Entonces era difícil imaginarlo, pero aquella temporada fue el preludio de los dos títulos de Liga. Lo que ya en esa época quedaba claro es que el récord de imbatibilidad podía mantenerse durante mucho tiempo.

En aquel momento, la derrota provocó un sentimiento de frustración, «una frustración terrible», como dice Zamora, una de las grandes figuras del equipo y del fútbol europeo en aquellos años. Era imposible apsotar por que la Real fuera a ganar dos Ligas a continuación, pero hoy ese récord de imbatibilidad se celebra como el quinto título del club, junto a las dos Ligas (1980/81 y 1981/82 y las dos Copas (1909 y 1987). El otro 'título' eran los cuarenta años consecutivos en Primera, pero ése se perdió y también cobrará su auténtico valor (impagable) cuando se compruebe lo difícil que será imitarlo.

Se acaban de cumplir treinta años y nadie se ha acercado siquiera a esa marca. Cuando se dice que la Real está luchando por volver al lugar que le corresponde, la Primera División, no son palabras huecas. Todo impulsa a este club a la máxima categoría. Sigue siendo octavo en la clasificación histórica de la Liga, uno de los nueve equipos que han conquistado el título y uno de los seis que lo han hecho en más de una ocasión. El récord de imbatibilidad es otro parámetro que sitúa a la Real con los mejores.

El Real Madrid llegó a 31

Desde aquel fatídico 11 de mayo de 1980, desde el maldito gol del argentino Bertoni, son muchos los equipos que han intentado acercarse a esta marca, que superaba el anterior récord en manos del Barcelona, con 26 partidos seguidos sin perder entre las jornadas 6 y 31 de la LIga 1973/74. El equipo de Pep Guardiola se ha tenido que conformar ahora con 22.

El que más se ha acercado a la marca de los Arconada, Zamora, Satrustegi, López Ufarte y compañía es el Real Madrid. Entre la jornada 36 de la temporada 1987/88 y la 28 de la campaña 1988/89 estuvo 31 semanas sin perder. Fue uno de los cinco títulos de Liga consecutivos para la 'Quinta del Buitre'.

La siguiente mejor marca es del Deportivo de La Coruña, con 22 jornadas entre la 1993/94 y la 1994/95. También el Atlético de Madrid logró la respetable cifra de 18 fechas seguidas sin derrotas, entre las jornadas 13 y 30 de la Liga 1990/91. Ninguno de los dos se alzó con el título en esos años.

Otros clubes tiene marcas más modestas en este capítulo a lo largo de su historia: Valencia (21 jornadas sin perder), Athletic (20), Villarreal (21), Espanyol y Sporting (14), por ejemplo.

Una vuelta sin derrotas

La Real es protagonista de otra gran racha de imbatibilidad. En la campaña 2002/03 estuvo toda la primera vuelta sin perder. Cayó en la jornada veinte en San Mamés. Mal augurio. Efectivamente, el equipo de los Xabi Alonso, Kovacevic, Karpin, Nihat, Aranburu y compañía no pudo hacerse con el título.

Como en 1979, una derrota en la penúltima jornada, esta vez en Vigo, dejó la Liga en manos del Real Madrid, que no falló en la última jornada: derrotó al Athletic de Bilbao en el Bernabéu y arrebató a la Real su tercera Liga.

El entrenador de la Real en aquel momento, Raynald Denoueix, reflexionó en varias ocasiones sobre los inconvenientes de mantener una racha tan larga y el peligro de obsesionarse con ella. Se preguntó si sería mejor liberarse de la tensión de no perder para buscar la victoria con más valentía. Lo cierto es que aquella Real perdió seis partidos en la segunda vuelta y no ganó el título liguero.

La actual Real no tiene ese problema. No pierde casi nunca, sólo tres partidos, pero no batirá ningún record de imbatibilidad. No lo necesita porque ya es de la Real. Por eso, puede dedicarse con toda el alma a perseguir victorias. A perseguir la gloria.

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