La Real apurará hasta el último minuto para intentar fichar un delantero. Los objetivos que pretende el club, entre ellos el ruso Roman Pavlyuchenko, son hoy inalcanzables por su elevado coste. Sin embargo, los dirigentes blanquiazules confían en que, a medida que se acerque el cierre del mercado, las urgencias obliguen a sus equipos de origen a abaratar los precios para dar salida a los excedentes de plantilla. La Real estará atenta a las rebajas de agosto.
Jokin Aperribay realizó ayer una nueva ronda de contactos con los jugadores que figuran en la lista de los responsables deportivos y sus respectivos clubes para sondear la situación. La respuesta fue similar a la recibida la semana pasada. El caché de esos goleadores sigue por encima de las posibilidades económicas de la Real.
En las oficinas de Anoeta tienen claro que sólo se concretará un tercer refuerzo -tras los de Carlos Vela y McDonald Mariga- si éste mejora las prestaciones de los delanteros que ya hay en el equipo. No están dispuestos a hacer locuras ni romper el equilibrio presupuestario por traer a alguien.
Si finalmente ninguno de los señalados en la agenda de Loren entra dentro de los parámetros en los que se mueve la entidad txuri urdin, no vendrá nadie. Al club han llegado ofrecimientos de no menos de una veintena de puntas, pero no colmaban las expectativas del director deportivo y el entrenador.
Philippe Montanier ha transmitido a sus superiores la necesidad de acertar con el elegido. No vale cualquier medianía y el que venga -si viene alguien- debe ser un goleador contrastado al que no se pueda discutir su vitola de titular. Pavlyuchenko, único nombre que ha saltado a los papeles, encajaría en ese perfil.
En el caso del veterano internacional del Tottenham, las dificultades son máximas. Los Spurs han conseguido la cesión de Emmanuel Adebayor y tienen en sus filas a Peter Crouch y Jermain Defoe, tres atacantes de garantías que cierran el paso a Pavlyuchenko. Pese a que el ex del Spartak de Moscú cuenta con escasas opciones de jugar con regularidad, el Tottenham no se desprenderá de él a cualquier precio.
Hace tres temporadas pagaron más de quince millones de euros al cuadro moscovita por su traspaso y no parecen dispuestos a venderlo sin recuperar parte de aquella inversión. Como siempre, la Real contempla todas las fórmulas de compra en propiedad y cesión y trata de seducir al futbolista con su proyecto de futuro.
La alternativa está en casa
En previsión de que no haya fichaje, la Real contempla un plan B tan pragmático como sencillo: tirar de lo que hay en casa. La victoria sobre el Sporting en la jornada inaugural del campeonato ayuda a aceptar esta alternativa como válida. Imanol Agirretxe se destapó con dos goles que confirman su gran estado de forma y Vela protagonizó un esperanzador debut. Joseba Llorente avanza en su puesta a punto e irá acumulando minutos sobre el césped hasta estar al 100%. La aportación goleadora desde las bandas de Xabi Prieto, Griezmann, Sarpong e Ifrán -los interiores sumarán en esta faceta con el nuevo estilo de Montanier- contribuirá a paliar la ausencia de un nueve de referencia, al menos hasta la apertura del mercado invernal, cuando vuelvan a revisarse los análisis.
Los tres puntos cosechados en El Molinón permiten además a la Real fortalecer su posición en las negociaciones. El equipo demostró capacidad realizadora -dos goles en otros tantos remates entre los tres palos-, por lo que a ojos de sus interlocutores no parecerá desesperada por pescar un delantero. Eso, unido a su oposición a fichar sólo a uno de los jugadores seleccionados y a un precio asequible para sus arcas, evitarán que pague cantidades fuera de la realidad del mercado.
El plazo para inscribir nuevos futbolistas en la Liga de Fútbol Profesional concluye mañana a las doce de la noche. Hasta entonces hay tiempo para estudiar los pasos a dar y no precipitarse en las conversaciones. El principal problema de esta estrategia es que sobre la campana puede cruzarse un competidor con mayores recursos monetarios y cobrar la pieza. Es un riesgo inevitable que entra dentro los cálculos.
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