El punta se lastimó en una acción totalmente fortuita con Mikel González. Ambos pugnaban por un balón en una jugada sin aparente peligro, cuando el usurbildarra cedió ante la presión del de Arrasate y cayó al césped. Inmediatamente se agarró el tobillo y, tras ser atendido sobre el mismo césped, comunicó su situación a Lillo y abandonó el campo acompañado del fisioterapeuta Josu Busto.
En el parte médico difundido ayer por la Real figuran otros dos futbolistas, Diego Rivas y Sebastián Abreu. El manchego «realizó entrenamiento individual sin contacto con el resto de los jugadores hasta no determinar el alcance del traumatismo en huesos propios de nariz que será valorado por el otorrino doctor Matellanes». Rivas sufrió un fuerte golpe en Mendizorroza y tuvo que ser atendido, pero pudo terminar el partido.
Por su parte, Abreu «sufre una sobrecarga en región glútea derecha, sobre el músculo piramidal. La contractura y dolor impiden su actividad habitual. Volverá al entrenamiento cuando ceda ese cuadro». Aparentemente, ninguno de los tres sufre una lesión grave y el hecho de que el partido se juegue en domingo da toda la semana de margen para que se recuperen para el encuentro.
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