La Real Sociedad volvió ayer a la senda del triunfo. Al camino de la normalidad. Aunque tuvo que sufrir. Demasiado, para el rival que tenía enfrente. Pero las realistas tienen la puntería desatinada en los últimos partidos. Les está costando demasiado marcar y por eso sufren en exceso. Ayer tenían enfrente al colista, aunque éste dio una buena imagen.
José Manuel Etxabe salió con un once un tanto revolucionario con la entrada de varias de las menos habituales. Quizá pensó que el duelo se podía decantar rápidamente. Pero no fue así. Y en el segundo tiempo Zelaia, Agoues y Lucas tuvieron que salir para resolver el entuerto.
A decir verdad, hubo varias ocasiones para vivir el encuentro con tranquilidad. Por ejemplo, una vaselina de Encinas, un cabezazo de Paredes, un remate de Errasti al palo...
Las pucelanas pudieron anotar en un córner, pero su remate se fue al larguero. Un susto. Enorme, pero un susto. Lo cierto es que a la Real le costó mucho anotar. Muchísimo.
El gol llegó en una jugada a balón parado, la gallina de los huevos de oro del fútbol moderno. Lucas sacó un córner desde la banda izquierda y Ramajo peinó ligeramente con la cabeza. La victoria sirve para seguir colíder junto al Athletic. Pero el equipo está atascado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario