ESCUDO DE NUESTRA PEÑA

ESCUDO DE NUESTRA PEÑA
peña txuri-urdin alcarreña

30 enero 2007

La Real se enfrenta a la situación más grave de su historia moderna

La gran decepción que supuso la derrota en el derbi para estrenar la segunda vuelta no hizo sino confirmar el avanzado estado de descomposición en el que se encuentra la Real Sociedad, inmersa, sin demasiado margen para errar, en la más grave crisis de la era moderna, desde que ascendió a Primera en Puertollano en 1967, para no volver a descender. La amenaza de regreso a Segunda, en estos momentos, ha pasado de ser una hipótesis con la que el club se ha acostumbrado a convivir, desgraciadamente, desde 1999 a una realidad muy difícil de evitar. El conjunto txuri urdin deberá firmar unos 18 partidos finales de notable para evitar que se consuma la tragedia más grande de la entidad en las últimas cuatro décadas.
La Real paga las consecuencias de una infame planificación deportiva en los 19 meses de mandato de Miguel Fuentes y su equipo. Sin ningún plan al que ceñirse, la vida deportiva de la entidad de Anoeta en este tiempo ha sido una huida hacia adelante permanente, en la que el gasto absurdo e ineficaz en futbolistas ha sido una constante, descapitalizando de manera alarmante el primer equipo. Pese a que su gran promesa electoral fue el 'retorno a las raíces' y que heredaron una plantilla en la que ya se había hecho lo más difícil, introducir con éxito toda una camada de canteranos, la Real de Fuentes, siguiendo las directrices de Bakero, ha sido la historia de un constante parcheo, alcanzando unos números de fichajes foráneos sin precedentes, en la misma medida en la que se ha devaludado la cantera. Este Consejo ha fichado 15 futbolistas foráneos, a los que hay que añadir a Garitano y Cifuentes que aunque los fichó Astiazarán, sólo han jugado a partir del 1 de julio de 2005. Los cuatro canteranos que han debutado en este tiempo elevan a 21 la nómina de futbolistas que han llegado al primer equipo txuri urdin en estos 19 meses. Una auténtica exageración que da cuenta de la falta de ideas, plan y continuidad a una misma plantilla.
La deriva la completan los cuatro entrenadores que han tenido que pasar por el banquillo de Anoeta en 19 meses, sin capacidad para enderezar la nave, lo que eleva el gasto por encina de los 12 millones de euros de una directiva que iba a apostar por la contención del gasto como bandera fundamental.
Todos los pilares se tambalean
Las consecuencias deportivas sólo son reflejo de la caótica gestión global del club, que ve como todos sus pilares fundamentales se tambalean. Bajo la presidencia de Fuentes, uno de cada cinco de los abonados que se encontró a su llegada al cargo se ha borrado, lo que representa la pérdida del 20% (casi 5.500) de los socios en menos de dos años. La perdida de masa social es enmarcable dentro de la anestesia general que padece la afición txuri urdin, hastiada, que ni se rebela, ni pita ni muestra su disconformidad cada domingo en Anoeta, aceptando la situación como un mal inevitable.
Es difícil desligar el silencio de la afición del diseño del nuevo mapa accionarial de la entidad, derivado de la ampliación de capital cerrada en verano, una sospechosa incógnita sin aclarar.
Con el respaldo social cayendo en picado, con el bagaje deportivo bajo mínimos y la calidad de la plantilla cuestionada, ni siquiera la gestión económica salva a los mandatarios. Con los niveles de deuda en un punto similar al que se encontraron -según Iñaki Gabilondo- en junio de 2005, no se atisban medidas que la puedan paliar.La única fórmula que se les ocurrió fue castigar el bolsillo del socio y lo han pagado. De más ingresos extraordinarios que no sean los de la Diputación nada se sabe y, por contra, los sponsors también huyen: FIATC se va y NGS se lo plantea. ¿Se puede
hacer peor?

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