ESCUDO DE NUESTRA PEÑA

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04 febrero 2011

La Real estudia la posibilidad de cambiar la orientación del campo

Facilitaría una remodelación de Anoeta más barata y rápida. Al escaparse la opción de ser sede del Mundial, se analizan nuevas posibilidades de financiación de la obra 
 La decisión de la FIFA de otorgar la organización del Mundial de 2018 a Rusia puede cambiar la orientación del terreno de juego de Anoeta. Podría pasar de tener el actual eje norte-sur a uno este-oeste. Es decir, de tener las porterías junto a la Paloma de la Paz y el Miniestadio, podría pasar a situarse en el lado del frontón Atano III y el bar Xanti. Todo este plan es una idea de trabajo que la Real estudia, pero el club blanquiazul quiere ser totalmente respetuoso e ir de la mano del Ayuntamiento, propietario del recinto, antes de tomar cualquier iniciativa.
Al escaparse la opción de ser sede mundialista, se abrió un nuevo abanico de posibilidades para la reforma de Anoeta. Por una parte, se cerró el acceso a las vías de financiación que habría proporcionado la cita mundialista, pero por otra la Real y el Ayuntamiento de San Sebastián se liberaron de las rigideces que impone el máximo órgano rector del fútbol internacional para los campos que deben ser sede.
Fruto de la reflexión desarrollada después de conocer que Donostia no sería sede mundialista, el equipo de arquitectos que realizó el proyecto original, dirigido por Izaskun Larzabal, planteó la posibilidad de una reforma del estadio diferente.
Lo más novedoso de esa idea, que a día de hoy no deja de ser una posibilidad, es ese giro de la orientación del césped, que recuperaría la posición original del viejo Anoeta, el estadio de atletismo que se demolió a principios de los años 90 del siglo pasado para construir el recinto donde desde el verano de 1993 juega la Real.
Menor inversión
Esta idea que manejan la Real y los arquitectos podría permitir una reducción en el coste de la obra, que en un principio se cifró en 80 millones de euros. Al ser más barato, se abrirían vías de acceso a nuevas posibilidades de financiación. De todas formas, este proyecto debe contar con la aprobación del Ayuntamiento de Donostia, por lo que aún debería, en su caso, recorrer el camino administrativo necesario.
En todo caso, la idea está sobre la mesa y además de la reducción del coste tendría otros dos pilares fundamentales, que sea técnicamente viable y que se podrían acortar los plazos de la obra.
En cuanto a los aspectos técnicos, los trabajos permitirían que la Real siguiera jugando mientras se prolongasen las obras, algo irrenunciable para la Real, y por otro aportaría soluciones arquitectónicas para la sujeción de la nueva cubierta que habría que construir para mantener todas las localidades a cubierto, como ahora. El incremento del aforo según esta posibilidad podría ser de entre seis y ocho mil asientos, lo que podría dejar el nuevo Estadio de Anoeta con una capacidad de unos 38.000 asientos, más o menos.
Dimensiones
Dado que la planta del estadio es casi circular, el terreno de juego entraría en la posición girada. Lo que actualmente son las tribunas principal y este pasarían a ser los fondos. La obra necesaria tendría un impacto relativo con la estructura actual, dado que apenas habría que retirar las tres filas de asientos más cercanas actualmente a las pistas de atletismo.
En cuanto a los fondos, se derribarían y construirían nuevos para convertirlos en las nuevas tribunas principales. La obra se haría por fases. El cambio de orientación del césped se realizaría durante un verano, aunque la preparación del terreno y los trabajos para que la hierba fuera arraigando podrían adelantarse a la temporada anterior.
La nueva cubierta que se construiría se sujetaría en cuatro torres que se levantarían en los córners. Es una solución técnica más sencilla que las sujecciones actuales. Según el proyector anterior, buena parte de la financiación llegaría de la explotación de los metros cúbicos que se generarían en esas cuatro torres, de las cuales una mantendría la Real en propiedad.
Se prevé que el giro del terreno de juego podría realizarse durante las vacaciones, entre Liga y Liga, y cuando comenzase la competición se podrían derribar los dos fondos actuales al mismo tiempo, con lo que se acelerarían las obras.
Eso requeriría la reubicación de todos los abonados realistas que tienen su asiento en las curvas norte y sur del estadio. Pasarían a las tribunas principal y este. Desde hace un tiempo, la Real advierte a sus nuevos socios de que durante las obras del estadio no se les garantiza el asiento en todos los partidos, por el problema de aforo. En todo caso, el club trataría de limitar al máximo los inconvenientes para sus abonados, incluidos los que fueron advertidos del problema cuando decidieron sacar su carné.
Posibilidad de un parking
La nueva idea que maneja la Real sobre la remodelación de Anoeta basada en la propuesta de la arquitecta Izaskun Larzabal abriría también la posibilidad de construir un parking bajo la tribuna más cercana a la Avenida de Madrid. Como el resto del proyecto, conviene recordar que se trata de una posibilidad, y no de un plan aprobado.
En cuanto a las fechas, y pendiente de todas las dificultades que habría que superar, las obras podrían iniciarse en 2014 y durar unos tres años.

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