VÍDEOCon una contundencia inusual, Jokin Aperribay desgranó los motivos por los que la Real no acudirá a la reunión de hoy en Sevilla -Getafe, Mallorca, Sporting y Levante tampoco van- a la que estaban invitados todos los clubes de Primera salvo Real Madrid y Barcelona y tampoco se había citado a la Federación. Aseguró que esta reunión sólo servirá para «quedarnos cortos otra vez» y no abordar los graves problemas de fondo, económicos, organizativos y legales que afectan al fútbol español y le mantienen al borde del precipicio constantemente.
Un Aperribay enfático y directo criticó la simpleza de centrar todo el debate en que «dos clubes cobran mucho», algo que calificó de «escandaloso» pero definió como sólo parte del problema. Pidió una «nueva regulación económica de la Liga, la competición y el fútbol» y aseguró que «es el momento de abordar esa regulación» y no de reivindicaciones y gestos, cuando hay contratos televisivos firmados que obligan a los clubes a partir de 2013 y, en hasta 13 casos, hasta 2020, según desveló.
El presidente de la Real cree que la reunión de hoy debería haberse planteado para «acometer los problemas de una forma mucho más profunda» y añadió, muy serio, que «nunca se abordan porque nacen frentes y nunca se entra en el fondo de los asuntos».
Destacó que en Europa hay 18 clubes en concurso de acreedores y 17 están es España. «Algo tendrá que ver con cómo está organizada la competición», afirmó. «Tenemos que parar y pensar cómo instauramos una regulación económica de la competición. La Real no quiere dejar pasar esta oportunidad para abordarla».
Aperribay considera que esta regulación pasa por «realizar un plan estratégico del fútbol español, no de poner más parches y centrarlo todo en los derechos de televisión».
Lamentó la pésima organización con la que funciona actualmente el fútbol y lo hizo en primera persona. «La temporada pasada, la Real ganó un dinero importante sin hacer ningún traspaso de jugadores, pero nos jugamos el descenso el último día en casa y fuimos perdiendo 0-1. La Real, con unas cuentas brillantes, no hubiera podido pagar este año si llega a descender. Eso no puede ser».
Por eso pide un cambio estructural, no una discusión para la galería «porque el Madrid y el Barcelona cobran mucho». Acusó a varios clubes de ser los causantes de esta brecha creciente. «Tenemos que hablar de los límites y de cómo se organiza el fútbol español».
Por ejemplo, fue extremadamente crítico con el acuerdo recientemente firmado con la AFE, que incluye garantías para cobrar en caso de que un club entre en concurso de acreedores pero «no pone remedio para que eso no ocurra».
Sin exclusiones
La Real cree que Atlético de Madrid y Valencia pueden liderar este proceso de cambio en el fútbol español y Aperribay fue tajante al asegurar que «la Real va a estar en el lado del cambio, pero no vamos a estar en la foto y el titular». Aseguró que la Real ha hablado con casi todos los clubes fuertes y con peso en la Liga y que a todos les ha hecho llegar que apuesta «porque el cambio en la Liga y en las competiciones sea radical para la consolidación de la competición».
Cree que se debe «exigir a la Liga un rendimiento como la competición demanda» y destacó que un cambio de este calibre requiere el acuerdo de dos tercios de los clubes de la Liga y la Federación, «y ahí tenemos que estar todos, sin exclusiones».
Aperribay aseguró que es necesario abordar la problemática de los descensos de categoría, porque en Segunda división no hay dinero. Ahí, dijo, «habría que explicarle a la AFE que son obligatorios los límites salariales y establecer una cantidad que ningún jugador pueda rebasar en Segunda». Destacó que la organización del fútbol español aboca a un club descendido a la Ley Concursal y que además resulta «carísimo, por los avales de la Liga, las indemnizaciones por bajar (este año el Deportivo ha recibido diez millones de euros) y las consecuencias terribles del concurso de acreedores y las deudas que se dejan sin pagar».
Aperribay denunció que el funcionamiento de la Liga es deficiente porque «tiene poca autonomía para gestionar y sus decisiones están sometidas a la voluntad de unos pocos», y habló de votaciones pactadas de antemano con Mediapro. Sin embargo, fue tajante al responder a la pregunta de si es posible el cambio con las mismas personas que ahora están al frente de la Liga. «Sí. Creo que es posible un cambio profundo porque tanto la Federación como la Liga están preocupados. Que la LFP tuviera más autonomía sería muy bueno para el futuro de los clubes».
Un Aperribay enfático y directo criticó la simpleza de centrar todo el debate en que «dos clubes cobran mucho», algo que calificó de «escandaloso» pero definió como sólo parte del problema. Pidió una «nueva regulación económica de la Liga, la competición y el fútbol» y aseguró que «es el momento de abordar esa regulación» y no de reivindicaciones y gestos, cuando hay contratos televisivos firmados que obligan a los clubes a partir de 2013 y, en hasta 13 casos, hasta 2020, según desveló.
El presidente de la Real cree que la reunión de hoy debería haberse planteado para «acometer los problemas de una forma mucho más profunda» y añadió, muy serio, que «nunca se abordan porque nacen frentes y nunca se entra en el fondo de los asuntos».
Destacó que en Europa hay 18 clubes en concurso de acreedores y 17 están es España. «Algo tendrá que ver con cómo está organizada la competición», afirmó. «Tenemos que parar y pensar cómo instauramos una regulación económica de la competición. La Real no quiere dejar pasar esta oportunidad para abordarla».
Aperribay considera que esta regulación pasa por «realizar un plan estratégico del fútbol español, no de poner más parches y centrarlo todo en los derechos de televisión».
Lamentó la pésima organización con la que funciona actualmente el fútbol y lo hizo en primera persona. «La temporada pasada, la Real ganó un dinero importante sin hacer ningún traspaso de jugadores, pero nos jugamos el descenso el último día en casa y fuimos perdiendo 0-1. La Real, con unas cuentas brillantes, no hubiera podido pagar este año si llega a descender. Eso no puede ser».
Por eso pide un cambio estructural, no una discusión para la galería «porque el Madrid y el Barcelona cobran mucho». Acusó a varios clubes de ser los causantes de esta brecha creciente. «Tenemos que hablar de los límites y de cómo se organiza el fútbol español».
Por ejemplo, fue extremadamente crítico con el acuerdo recientemente firmado con la AFE, que incluye garantías para cobrar en caso de que un club entre en concurso de acreedores pero «no pone remedio para que eso no ocurra».
Sin exclusiones
La Real cree que Atlético de Madrid y Valencia pueden liderar este proceso de cambio en el fútbol español y Aperribay fue tajante al asegurar que «la Real va a estar en el lado del cambio, pero no vamos a estar en la foto y el titular». Aseguró que la Real ha hablado con casi todos los clubes fuertes y con peso en la Liga y que a todos les ha hecho llegar que apuesta «porque el cambio en la Liga y en las competiciones sea radical para la consolidación de la competición».
Cree que se debe «exigir a la Liga un rendimiento como la competición demanda» y destacó que un cambio de este calibre requiere el acuerdo de dos tercios de los clubes de la Liga y la Federación, «y ahí tenemos que estar todos, sin exclusiones».
Aperribay aseguró que es necesario abordar la problemática de los descensos de categoría, porque en Segunda división no hay dinero. Ahí, dijo, «habría que explicarle a la AFE que son obligatorios los límites salariales y establecer una cantidad que ningún jugador pueda rebasar en Segunda». Destacó que la organización del fútbol español aboca a un club descendido a la Ley Concursal y que además resulta «carísimo, por los avales de la Liga, las indemnizaciones por bajar (este año el Deportivo ha recibido diez millones de euros) y las consecuencias terribles del concurso de acreedores y las deudas que se dejan sin pagar».
Aperribay denunció que el funcionamiento de la Liga es deficiente porque «tiene poca autonomía para gestionar y sus decisiones están sometidas a la voluntad de unos pocos», y habló de votaciones pactadas de antemano con Mediapro. Sin embargo, fue tajante al responder a la pregunta de si es posible el cambio con las mismas personas que ahora están al frente de la Liga. «Sí. Creo que es posible un cambio profundo porque tanto la Federación como la Liga están preocupados. Que la LFP tuviera más autonomía sería muy bueno para el futuro de los clubes».
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