
González González muestra una amarilla a Aranburu en el derbi contra el Eibar.Foto: javi colmenero
Donostia. Que empiece el show. O, lo que es lo mismo, la actuación arbitral de González González, más conocido por estos pagos como González bis, el recalcitrante . El colegiado castellano-leonés volverá a cruzarse esta noche en el camino de la Real, tras haberlo hecho ya hasta en seis ocasiones desde el descenso txuri-urdin a Segunda. La de hoy será la séptima, la tercera esta campaña.
Con él, los comités de designación están batiendo todos los récords, ya que se están limitando a esperar que pasen las cinco semanas que marca el reglamento para mandar a González González a dirigir a los de Lillo. Así ha ocurrido en las jornadas once, 16 y 21. ¿Casualidad? Podría ser, aunque cuesta creerlo viendo los comportamientos que el castellano-leonés en particular está manteniendo esta temporada con la Real.
El árbitro que esta noche actúa en Anoeta dirigió sin contratiempos los partidos de la pasada campaña en Tenerife, Alicante y en Anoeta frente al Poli Ejido. Sin embargo, ante el Hércules en Anoeta, ya comenzó a cometer los que hasta la fecha son sus pecados capitales.
real-hércules La pasada temporada, Lillo debutaba en el banquillo realista en Anoeta ante el Hércules. Tras perder contra Sporting y Racing de Ferrol víctima de los atracos de Del Cerro Grande y Bernabé García, respectivamente, González González puso de su parte para que la lista de atropellos continuara, aunque no lo logró (la Real ganó 2-1). Dejó sin señalar dos claros penaltis a Martí y Delibasic (amonestó al balear por tirarse, mostrándole una amarilla que retiraron los comités) y perdonó la roja al alicantino Albacar.
real-eibar En su primer partido dirigido a la Real esta temporada, no paró el juego con Díaz de Cerio tendido en el suelo con la tibia y el peroné rotos. Tampoco señaló falta en la acción, que habría supuesto la expulsión del guardameta Zigor. En el tiempo de descuento, expulsó a Carlos Martínez por protestar al línea (luego puso en boca del navarro palabras que éste no dijo) y se dio a la fuga tras el botellazo a Lillo sin interesarse por el técnico (redactó tendenciosamente el acta destacando, por ejemplo, que la botella llevaba tapón, y generando un contexto proclive a la clausura del campo).
albacete-real En el Carlos Belmonte, en diciembre, el árbitro rizó el rizo. El primer gol del Albacete llegó tras una inexistente falta de Markel. A continuación perdonó la expulsión a Diego Costa, que, en fuera de juego, hizo el 2-1 en el descuento. Además, en el 93' mostró la roja a Marcos tras inventarse la segunda amarilla. Que Dios nos coja confesados.
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