La Real vuelve el domingo a Donostia tras un triste bagage de 3 puntos de los últimos 12 fuera.
Ante este balance lejos de Gipuzkoa, los de Lillo deben dar continuidad a la racha como locales.
Si ganaran todos los partidos en casa, bastaría con rescatar 2 ó 3 victorias fuera para subir.
Sólo quedan tres jornadas para que finalice la primera vuelta y ya se pueden extraer conclusiones bastante fidedignas sobre el rendimiento de los equipos. La Real llega a este punto del campeonato a sólo tres puntos del ascenso, pero consciente de que tiene la necesidad de obtener un botín de entre 45 y 50 puntos en las 24 jornadas que restan para finalizar el campeonato. Eso le permitiría superar la barrera de los 70 puntos, algo que garantiza jugar la próxima temporada en Primera División.
Pero este primer tramo de temporada ha servido para llegar a la conclusión de que al conjunto de Juanma Lillo le cuesta muchísimo sacar puntos lejos de casa. En las 18 jornadas que se han disputado la Real sólo ha logrado ganar un partido fuera -en Tarragona- y únicamente ha obtenido 9 de los 27 puntos que se han puesto en litigio en sus actuaciones como visitante.
Así, si la Real le mantiene -a duras penas- el pulso al ascenso es por los 18 puntos obtenidos en Donostia. De esta forma, se intuye que la clave del ascenso estará en Anoeta. Ante los problemas que están padeciendo los realistas para sumar fuera de Gipuzkoa, la Real deberá hacerse fuerte en su estadio. Allí debe cimentar la base del ascenso a Primera División. Aún quedan por disputarse 12 partidos ante la parroquia donostiarra. En el hipotético caso de que la Real consiguiera ganarlos todos -algo del todo improbable-, los blanquiazules obtendrían 36 puntos, que sumados a los 27 que tienen en estos momentos elevarían la suma a 63. Esa puntuación sería insuficiente para estar entre los grandes la próxima temporada, pero con sólo obtener unos siete puntos fuera se llegaría a la añorada meta de los 70 puntos. Es más, a pesar del mal rendimiento ofrecido por los blanquiazules a domicilio, es de esperar que en los doce partidos que les quedan como visitantes obtengan alguno más de los nueve puntos que han logrado en otros tantos partidos hasta el momento. Así, los donostiarras podrían permitirse algún pinchazo, más que lógico, en su feudo siempre y cuando se acerquen a los diez puntos en los doce partidos que quedan fuera de casa.
Que siga la racha
En estos momentos parece que la Real está encontrando el camino en Anoeta. Ha conseguido tres victorias consecutivas que le han permitido paliar la horrible cosecha de 3 puntos de 12 que ha obtenido en sus últimas cuatro visitas. Tras vencer los dos primeros partidos ante su público, a la Real le entraron las dudas en Anoeta con empates ante Alavés y Xerez, derrota ante el Castellón y otra igualada ante el Eibar, pero ahora parece haber encontrado de nuevo el camino de la victoria en Anoeta tras imponerse por la mínima a Huesca, Alicante y Salamanca. Ahora llega el Rayo Vallecano al coliseo txuri urdin y los de Lillo no pueden bajar el ritmo de puntuación ante el equipo madrileño, necesitan tres puntos que le impidan descolgarse de la lucha por subir.
Balón y paciencia
Y la receta para superar al equipo de Pepe Mel volverá a ser la misma que ha empleado el entrenador tolosarra en todas sus comparecencias en Anoeta. Balón, balón y balón. En base a la posesión, en ocasiones anodina y estéril, la Real ha conseguido someter a la mayoría de los rivales que han pasado por el césped de Anoeta y con esa base buscará tres puntos que puedan acercarle más al ascenso ante un rival directo como el Rayo Vallecano.
4 de los 6 primeros, en casa
Una de las ventajas con las que contará la Real durante la segunda vuelta es que debe recibir a cuatro de los seis mejores equipos de Segunda División. Las salidas más complicadas de la campaña las ha realizado durante la primera vuelta y contará con la fuerza que siempre le proporciona su incombustible afición para enfrentarse a la mayoría de sus rivales directos. Por Anoeta deben pasar aún el Zaragoza (segundo), el Tenerife (cuarto), el Hércules (quinto) y el Nàstic (sexto), mientras que los txuri urdin deberán viajar a Salamanca para enfrentarse al actual líder y a Xerez para medirse al cuadro gaditano, que en estos momentos es tercero. El simple hecho de ganar los cuatro partidos citados en primer lugar, los donostiarras tendrán parte del camino hacia Primera hecho, pero en Anoeta hay otros ocho envites de los que nadie se puede escapar vivo para hacer del estadio el fortín que acerque el ascenso.
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