Un total de 64.255 personas comparten el apellido González González en territorio español. De hecho, es el 47° más común en España. Los aficionados txuri urdin no olvidarán fácilmente este apellido compuesto y es que el árbitro leonés, por las actuaciones realizadas en contra de la Real, se ha erigido por méritos propios en el protagonista de una historia que por ahora no tiene visos de tener ningún final feliz.
Por tercera vez en lo que se lleva jugado de temporada, el Comité de Designación ha elegido a González González para que arbitre un partido en el que la Real Sociedad es una de las partes. Hasta la fecha, el resultado no ha podido ser peor. Pero es que echando la vista atrás en el tiempo, la temporada pasada, el leonés ya dejó su impronta y, como no podía ser de otra manera, negativa.
Fue ante el Hércules y, al final, ninguna de las decisiones equivocadas en contra de la Real fue determinante en el resultado porque el conjunto txuri urdin logró tres puntos, aunque estos llegaron en los últimos instantes gracias a un gol de Fran Mérida. González González se tragó dos penaltis, uno a Martí y otro a Delibasic, y no se atrevió a expulsar al visitante Albácar, que para el minuto 7 ya había visto la primera cartulina amarilla por una zancadilla a Xabi Prieto. Allí se quedó con las ganas, pero desde entonces, todo ha sido poner piedras en el camino.
Frente a Eibar y Albacete, el colegiado se pudo sacar la espina. La actuación ante el conjunto armero fue sangrante, ya no sólo por la jugada en la que resultó lesionado de gravedad Díaz de Cerio, sino por la actitud chulesca a lo largo de los 90 minutos, sobre todo al final del mismo. Una falta clara y no pitada sobre Moha, al que un total de cuatro jugadores del Eibar intentaron 'cazarle', encendió a una grada ya de por sí caliente. Lejos de amilanarse, se dirigió al banquillo realista y, a instancias de uno de sus ayudantes, decidió expulsar a Carlos Martínez. Luego, llegó el botellazo a Juanma Lillo y su posterior huída de la escena del crimen sin decretar el final del encuentro.
Lejos de ir a la 'nevera', el leonés continuó pitando por los diferentes campos de Segunda y cinco partidos más tarde, González González volvió a cruzarse en el camino de la Real. Frente al Albacete y en el Carlos Belmonte, donde tuvo una actuación de nuevo calamitosa en contra de los intereses blanquiazules. Primero anuló un gol a a Marcos y luego no expulsó a Diego Costa por una entrada brutal sobre Castillo. Unos minutos más tarde el ariete sentenciaba.
Cuando parecía que los de Lillo podían respirar tranquilos antes de comenzar la segunda vuelta, ya que González González ya le había pitado en dos ocasiones -el máximo según el reglamento-, pues resulta que no y 'González al cuadrado' vuelve a Anoeta
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