ESCUDO DE NUESTRA PEÑA

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peña txuri-urdin alcarreña

03 agosto 2009

Griezmann, el trago de Borgoña de Lasarte


El mediapunta, que anotó dos goles en Azkoitia y deleitó al técnico, llegó a la Real en cadetes casi sin hablar castellano
Redacción - 03/08/2009 03:00

Martín Lasarte se bebió un inesperado trago de un gran vino de Borgoña el sábado ante el Anaitasuna. La actuación de Antoine Griezmann, mediapunta nacido en Maçon, localidad de esa región francesa, sorprendió muy gratamente al entrenador uruguayo de la Real que, no obstante, tampoco quiere extraer conclusiones demasiado sólidas de este primer 'bolo' del verano, por la entidad rival, que milita en Primera Regional.

Antoine Griezmann debe su salto a la Real a la labor del ojeador txuri urdin en Francia, que es Eric Olhats, el hombre que hacía las veces de intérprete ocasional de Dramè la pasada temporada. Olhats, que también trajo a otros futbolistas como Giovanni Sio, Jules Pardo o Mathieu Gomes, alojó en su domicilio a Griezmann, que en sus dos primeros años en Donostia apenas hablaba castellano. Tras pasar por el cadete, militó un año en el Easo y durante la temporada pasada estuvo a las órdenes de Kodro en el Juvenil de División de Honor. Formó parte del equipo que terminó venciendo en el Torneo Juvenil de la Real. Fue titular en la final. Todavía no ha debutado en el Sanse, pero fue uno de los seis juveniles llamados a filas del Sanse este verano, junto a Jon Gaztañaga, Julen Castañeda, Oinatz Elustondo, Joseba Beitia y Javier San Sebastián.

Desde que llegó hasta ahora, Antoine ha ido cobrando corpulencia al tiempo que ha ido aprendiendo castellano. Todavía se trata de un jugador ligero, menudo, pero más formado.

Lasarte le colocó en la izquierda de la línea de tres, pero tiene tendencia a buscar posiciones por dentro, para ejercer de mediapunta, que es lo que más se ajusta a sus condiciones. Tiene mucho talebnto con el balón en los pies y golpea con precisión la pelota con su zurda. Además, se mueve con inteligencia entre líneas y llega bien desde segunda línea para rematar a gol.

Algunas de estas virtudes que pintan los que le conocen pudo sacarlas a relucir el pasado sábado en Azkoitia. Él ejecutó el balón parado desde los dos lados y, aparte de los dos goles, ensayó el disparo en alguna ocasión más y dibujó un gran pase vertical hacia Sarasola.

Cerró la goleada con sus dos tantos, el primero, a placer al aprovechar un balón muerto tras pegar en el palo. Y el segundo, resolviendo con un potente zurdazo un uno contra uno un tanto escorado con el portero. Lo que sedujo al entrenador fue su desparpajo y la precisión de su bota izquierda.

Aunque tiene edad juvenil -18 años- este año le tocará tratar de brillar en el Sanse, para que Lasarte no le relegue al olvido. En todo caso, no pudo empezar con mejor pie la experiencia de Griezmann con el primer equipo.

Ahora le toca madurar lentamente, como el mejor Borgoña

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