Falsa alarma. Mikel Aranburu sólo sufre un fuerte golpe en la pierna derecha. Las pruebas que se le realizaron ayer confirmaron la levedad de la lesión. El parte emitido por los servicios médicos de la Real explica que el capitán presenta una «contusión ósea sobre el callo de fractura al nivel del tercio distal del peroné de su pierna derecha». Se le aplicará tratamiento de fisioterapia y trabajará de forma individual en el gimnasio hasta que remita el dolor y pueda reincorporarse al grupo, algo que sucederá esta misma semana.
Los peores augurios se habían disparado sobre el césped de Berazubi al ver que la dura entrada de Dimas alcanzó el hueso que Aranburu se fracturó hace tres meses. El jugador fue sustituido y ya la primera exploración sirvió para devolver la tranquilidad al banquillo. Parecía una simple patada. Aranburu guardó reposo el domingo y ayer acudió a la clínica Quirón para las pruebas complementarias que permitieron dar un diagnóstico definitivo.
En principio, el propio centrocampista se mostraba hace unos días prudente sobre sus opciones de participar en el encuentro del sábado en Las Palmas. Ahora, con este nuevo contratiempo, su reaparición en los terrenos de juego deberá esperar al menos una semana más. Lleva sin jugar en competición oficial desde primeros de mayo y en la plantilla hay suficientes hombres en esa demarcación como para arriesgar en los tiempos.
La enfermería se vacía
Cinco de los lesionados se reincorporaron ayer a la disciplina colectiva tras superar sus respectivos problemas físicos. Markel Bergara, Johnatan Estrada, De la Bella, Carlos Martínez, Illarramendi y Riesgo ya trabajan al mismo ritmo que sus compañeros.
No es el caso de los otros cinco inquilinos de la enfermería. Xabi Prieto, David Zurutuza, Emilio Nsue, Sergio Rodríguez y Eñaut Zubikarai continúan con pequeñas molestias, aunque no todos están descartados para el choque del fin de semana en el estadio Gran Canaria.
Xabi Prieto y Sergio Rodríguez son quienes más opciones tienen de viajar a las islas. El interior donostiarra ya había participado en algún entrenamiento de la pasada semana y el centrocampista riojano sólo tiene un golpe en un muslo, el clásico bocadillo, fruto de un encontronazo durante el amistoso de Tolosa.
Martín Lasarte confía en que con el paso de las jornadas los tocados vayan sumándose a los entrenamientos y disponer de efectivos para confeccionar la primera convocatoria del año.
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