NI el aficionado realista más pesimista podía imaginar tras eliminar al Real Madrid en las semifinales de la campaña 1987-88 que en los 23 años siguientes su equipo iba a ser incapaz de eliminar a un rival de Primera División en la Copa del Rey. Aquel inmortal 0-4 en el Bernabéu, sin duda una de las páginas más memorables en la historia del club, y la posterior e inesperada derrota en la final contra el Barcelona de Luis Aragonés y aquel brote revolucionario denominado el Motín del Hesperia, dieron paso a una maldición que parece no encontrar fin.
La lista de verdugos es tan larga y variopinta que en la misma incluso aparece el actual técnico txuri-urdin, Martín Lasarte. El uruguayo siempre ha contado con cariño que el destino quiso que debutara en Atocha con el Deportivo, que por aquel entonces, temporada 1988-89, competía en Segunda, el día que dieron la campanada al apear a la Real de Arconada en la tanda de penaltis.(+ noticiasdegipuzkoa.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario