Jeffrey Sarpong parecía el amigo holandés del rey Midas, aquel que convertía en oro todo lo que tocaba. Ayer marcó nada más empezar. En ese momento llevaba 63 minutos jugados con la camiseta de la Real. Sus cifras en ese momento eran las siguientes: dos goles, el medio gol al Espanyol y la asistencia a Agirretxe en día del Deportivo. Números de escándalo.
Con esa eficacia, es normal que a Anoeta ya le guste corear el 'Sarpong, Sarpong'. Más rentabilidad es imposible, pero además mostró maneras, buena conducción de balón, criterio en las decisiones ofensivas y el ya conocido golpeo con ambas piernas, aunque en el segundo tiempo bajó de forma clara.
Sarpong abrió el marcador con una jugada que mostró algunas de sus cualidades. Estuvo listo encimando a Jakobsen en busca del fallo. El jugador del Almería, en efecto, falló y el realista le robó la pelota. Tardó una décima de segundo en decidir chutar a puerta y hacerlo. Disparó con la izquierda buscando más la colocación que la potencia, a la izquierda de la portería de Esteban, que no llegó hasta su poste, por donde se coló la pelota.
Griezmann fue el primero en ir en busca del holandés para felicitarle y le hizo un placaje digno de un delantero del Biarritz Olympique. El resto del equipo se lanzó encima del goleador. Sarpong, el último jugador en llegar a la plantilla en verano, necesita el apoyo del vestuario y su buena racha en el campo seguro que ayudará en su proceso de adaptación.(seguir leyendo en diariovasco.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario