ESCUDO DE NUESTRA PEÑA

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18 junio 2008

BADIOLA EXTRAE DE LA "DUE DILIGENCE" LA DENUNCIA DE UNA DOBLE CONTABILIDAD EN LA REAL SOCIEDAD

Badiola extrae de la Due Diligence la denuncia de una doble contabilidad en la Real
Un momento de la intervención de Iñaki Badiola en la Junta de ayer en el Estadio de Anoeta.

Iñaki Badiola dedicó buena parte de sus cien minutos de intervención a denunciar las irregularidades contables que según su versión ha encontrado la Due Diligence realizada a partir de su toma de posesión. Exculpó a Luis Uranga, pero se mostró crítico con el resto de presidentes que le precedieron en la Real Sociedad, especialmente con el periodo en el que el club fue dirigido por José Luis Astiazarán, aunque en su exposición sólo habló de espacios de tiempo más o menos largos que a veces iban de 2001 hasta 2007, mientras que en otras ocasiones se refería a años concretos.
Todo ello hizo especialmente complicado seguir la exposición, aunque Badiola anunció que ayer mismo se iban a colgar los datos en la página web, aunque después de haberse efectuado la votación en la Junta de accionistas.
Dentro de la prolija y relativamente ordenada exposición que realizó sobre la información que se desprendía de la Due Diligence el dato más significativo y en el que insistió con más frecuencia fue en la denuncia de que en la Real Sociedad se ha llevado una doble contabilidad. No expuso detalles significativos de esa práctica, a pesar de la importancia que dio al dato.
De hecho, su exposición fue tanto más enfática cuanto peor era el dato que enunciaba o cuantas más sospechas de irregularidad podía presentar. A pesar de lo cual no citó nombres ni de personas ni de empresas ni de empleados, aunque expuso lo que se había pagado a cada uno como bonificaciones especiales o el costo que tendría para la Real la cancelación de determinados contratos.
Fondos propios negativos
No obstante, el primer punto que trató fue el de mantener la cifra de 25 millones de fondos propios negativos que tenía según su criterio contable la Real a 31 de diciembre de 2007 cuando la información que le pasó el anterior Consejo establecía unos fondos propios positivos de seis millones.
También argumentó el incremento de la deuda con esa fecha desde 18,7 millones hasta 27,5, a pesar de que los criterios contables aplicados son seriamente discutidos por los expertos a los que hemos podido consultar y el nuevo balance resultante multiplica el riesgo de la Real en el futuro inmediato.
Se quejó de las prácticas contables que han sido habituales en la Real, y también en otros clubes de fútbol, de imputar todos los ingresos el año en el que se perciben, aunque correspondan a temporadas distintas como es el caso de los derechos de televisión y otros.
En este punto se mostró extremadamente prolijo porque expuso todos los casos en que se había producido y recordó que dinero que corresponde a estos meses de gestión había sido ya cobrado, contabilizado y gastado por Consejos anteriores. Hasta lamentó la existencia de 88.000 euros contabilizados por equipaciones deportivas del pasado que no han sido vendidas y siguen apareciendo como un activo.
Crear sospechas
Insistió a menudo en aquellos temas que pudieran resultar más vidriosos. En más de un momento se refirió a los gastos que aparecen en la contabilidad sin ningún tipo de información sobre ellos. Elevó la cifra a 7,25 millones, pero no quedó muy claro en cuánto tiempo se había llegado a esa cantidad, ni cuál era su opinión sobre la verdadera naturaleza de esos desembolsos. Insistió en que eran de naturaleza desconocida y que no tenían ningún tipo de concreción, ni en facturas, ni de albaranes.
En este estilo de denuncias más o menos encubiertas de prácticas irregulares, el presidente llegó a caer en la anécdota: «Hemos encontrado una factura a una empresa desconocida que se llama IMFC, que creo que se dedica a ojear jugadores, por valor de 507.000 euros».
En otro momento de su exposición denunció a un antiguo directivo que habría cobrado 25.000 euros «por derechos de imagen». Se gustó en la suerte y hasta se permitió bromear con el asunto.
En el mismo tono de cierta ironía informó a los accionistas de que se habían pagado 103.000 euros al intermediario del jugador argentino Rulo Romero, «aunque se desconoce el destinatario de ese pago».
Insinuación venenosa
Uno de los momentos más penosos de la intervención del presidente sobre los resultados de la Due Diligence fue cuando se atrevió a comentar que un año la Real había pagado 328.000 euros en medicinas. En un primer momento dio la impresión de que denunciaba un gasto excesivo, pero la aclaración se convirtió en una insinuación venenosa.
«En la contabilidad no están. No figuran ni factura ni albarán, pero sabemos qué tipo de medicinas son. No nos metemos ni sabemos para qué eran o para qué dejaban de ser. Y sabemos a qué personas fueron pagadas esas cantidades».
Dedicó algún tiempo a hablar de la compraventa de la tienda de la calle Churruca. Insinuó una crítica por el hecho de haber pagado 750.000 euros por el 50% y haber adquirido el 50% restante en subasta por una cantidad inferior, en concreto medio millón de euros. La causa de esa fórmula de compra fue exhaustivamente explicada en su día, pero Badiola obvió aquella explicación y terminó congratulándose de haberla podido vender en su opinión en el mejor momento posible por una cantidad de 3,6 millones y celebró que la revalorización haya sido así de importante.


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