Será el mayor desplazamiento de realistas del año, tras Soria y Gijón
La Real nunca caminará sola. Da igual que no dependa de sí misma, que el asalto al ascenso esté difícil o que los precedentes de desplazamientos masivos de la parroquia txuri urdin se hayan saldado con decepción. Alrededor de 3.000 aficionados llevan cuidando sus gargantas durante la semana para que durante los noventa minutos de hoy en Mendizorroza los jugadores dirigidos por Juanma Lillo sientan que están como en casa.
Las taquillas de Anoeta han vendido aproximadamente 2.000 entradas recibidas por el club albiazul. Se calcula que otros mil seguidores compren o hayan comprado las entradas en Vitoria. Asimismo, y junto a la entrada, se vendió un ticket, por quince euros, que da derecho al viaje de ida y vuelta en autobús. Hay quien reclamaba al club txuri urdin, a la directiva o incluso a los jugadores, que sufragaran el desplazamiento como recompensa al incansable apoyo de los aficionados, que no dejan pasar una sola ocasión para demostrar que con ellos se puede contar siempre.
El aforo del campo del Alavés es de 19.200 personas. En esta primera temporada después de Dimitri Piterman, el desolador panorama con que se han encontrado los nuevos dirigentes del club ha provocado que el equipo haya vagado por la zona baja toda la temporada. Por eso la asistencia ha sido muy baja. El partido es a vida o muerte para los locales, también para la Real, por eso hoy se espera la mejor entrada, ya que el Alavés ha regalado entradas, y se estima que la entrada rondará los 16.000 espectadores.
El desplazamiento a Vitoria va a convertirse en el mayor de la temporada para la afición realista. Hasta ahora, la plusmarca pertenece al partido de Gijón, a donde acudieron 2.500 seguidores blanquiazules, que se dejaron notar aunque El Molinón tiene 28.000 localidades y tuvo que colgar el 'no hay billetes'.
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