ESCUDO DE NUESTRA PEÑA

ESCUDO DE NUESTRA PEÑA
peña txuri-urdin alcarreña

16 junio 2008

PALABRAS DE LILLO «Me duele por los chavales»

Desde que llegó al banquillo de la Real, Juan Manuel Lillo emplazó a todos los realistas al 15 de junio, porque estaba convencido de que ayer el equipo estaría en Primera. El tolosarra no podía ocultar su decepción. «El 15 de junio era la meta y no hemos conseguido el objetivo. Desde que llegué estaba convencido de que lo lograríamos, pero no ha podido ser y hay que admitirlo. Con dolor, con mucho dolor».
El técnico tolosarra ha sumado 20 puntos en los once partidos que ha dirigido a la Real, pero no han sido suficientes porque el equipo ha fallado en los partidos clave de la temporada, contra Salamanca y Alavés. «Del día de Tenerife para aquí, y eso que allí ganamos, se ha notado que las piernas de los jugadores llevaban plomo. Contra el Salamanca no ganamos, pero curiosamente hicimos la mejor segunda parte desde que estoy aquí. Y en Vitoria teníamos el partido para sentenciar, pero... Es cierto que en los momentos decisivos ha faltado más acierto. Pero no será por disputa, actitud, alma y deseo de este grupo. Si por algo me duele no haber subido es por los chavales, teníais que ver cómo estaba el vestuario y cómo estaban en Vitoria. Cómo quieren a la Real y cómo se dejan el alma en el campo y en su convivencia diaria en Zubieta. El dolor por ellos es superior a cualquier otra cosa».
Lillo lamenta que el buen rendimiento del equipo bajo su batuta no haya sido suficiente para ascender. «20 puntos es una cifra aceptable, pero no ha alcanzado. Lo tuvimos en la mano hasta el minuto 92 de Vitoria y se marchó. La derrota de Mendizorroza está muy presente porque fue el partido que nos impidió llegar a la última jornada dependiendo de nosotros mismos».
«He hecho lo posible»
Pese a no conseguir el objetivo del ascenso, el tolosarra considera que «he hecho todo lo posible, todo lo que estaba en mi mano, todo lo que he sabido y he podido para que la Real volviese a Primera. Mi conciencia está tranquila por lo que he hecho, aunque no por cómo ha salido».
Le preguntaron si creía que cogiendo el equipo antes hubiera logrado el ascenso. Contestó que «eso nunca se sabe. Lo que sé es que con 20 puntos no lo hemos conseguido. Pero hablar de supuestos... Igual si no se cambia de entrenador se sube. Es imposible de saber. El caso es que no se ha alcanzado y yo estoy dentro de los que no lo hemos alcanzado».
Era inevitable cuestionarle acerca de su continuidad en la Real. «No sé si es mi último partido, pero ahora no me importa un carajo. Convivir con la decepción me cuesta más que pararme a pensar si voy a seguir. Ahora qué más da si Lillo sigue o no sigue. Vamos a tragar esto, que es como beber un vaso de cianuro, y luego ya veremos».
Una vez concluida la temporada, las valoraciones del encuentro ante el Córdoba quedaron en un segundo plano. «Sabíamos que el Sporting y el Málaga iban ganando sus partidos y eso se ha notado en todos los aspectos. No quiero decir que con marcadores más apretados hubiéramos ganado seguro, pero saberlo iba minando nuestra mente. Tal vez por eso no he hecho los cambios antes. Al final, para no perder tiempo haciéndolos uno a uno he preferido hacer los tres de golpe para revolucionarlo todo y ver si conseguíamos marcar el gol del triunfo».

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