Los accionistas de la Real han sido convocados esta tarde para escuchar las explicaciones de Iñaki Badiola sobre sus cinco meses y medio de gestión al frente de la Real Sociedad. El nudo de la Junta de esta tarde estará en la búsqueda de responsabilidades. El presidente ha modificado los criterios contables para subir hasta 25 millones de deuda, los 18 que fueron aprobados en su día por la Junta de accionistas.
Con ello tratará de trasladar a los errores del pasado toda la responsabilidad de las penurias actuales y esconder así el hecho contrastado de que la situación del club se ha agravado en este medio año tanto en el aspecto económico como en el deportivo. Ése será el centro del debate. Si se acepta la modificación de las cuentas y se libera o no de responsabilidad a los actuales gestores.
Los costos se han elevado en cinco millones por encima de lo presupuestado debido en gran medida a los gastos derivados de la cesión de cuatro jugadores en el mercado de invierno y la contratación a un precio desorbitado de un prometedor juvenil del Alavés. Por Morgado, que no había debutado en Segunda, la Real pagó 650.000 euros más el salario de Stevanovic cedido al Alavés. Pero éstos no han sido los únicos sobrecostes de una gestión más preocupada de la imagen del gestor que de las necesidades de la sociedad.
Los agentes de los jugadores que han operado con el club en estos meses han ingresado un total de 1.154.000 más el IVA. Es llamativo el caso de Miguel Ángel Cermeño, agente de Martí, Víctor y Xabi Prieto, que ha recibido de la Real 1.160.000 euros IVA incluido. Ha cobrado por intermediación, por asesoría del presidente y hasta por dar fe de las contrataciones.
El costo de la Due Diligence ha recaído integramente en la Real, que junto con el gasto en abogados ha tenido que abonar una factura de 347.850 euros. La confección de banderas de la Real en China le ha supuesto a la Real un costo añadido de 108.000 euros de los que sólo ha recuperado 20.000 por la venta a los aficionados guipuzcoanos. Un total de 45.000 de las 50.000 banderas adquiridas llegaron la semana pasada y ni siquiera han sido desembaladas.
La Real no ha generado en estos meses ninguno de los ingresos extraordinarios que anunció Badiola. Por encima de lo presupuestado sólo aparecen los 30.000 euros del nuevo patrocinio de vinos Alcorta. Para tratar de corregir la desviación presupuestaria prevista para esta temporada no tuvo más recurso que la venta, también bastante opaca, de la tienda de la calle Churruca por 3,6 millones.
La tienda fue adquirida en tiempos de Astiazarán y su venta era una de las recetas aconsejadas por el Consejo de María de la Pela y Juan Larzabal.
Los ingresos en concepto de taquilla han sido la mejor nota de la gestión del actual Consejo. Las entradas en Anoeta mejoraron sensiblemente, aunque el beneficio se compensó por el hecho de que no se llegó a establecer el segundo día del club. El número de abonados se mantuvo estable el pasado invierno por lo que las previsiones a la baja del anterior Consejo se vieron mejoradas en 1,5 millones.
No ha puesto dinero
Badiola ha repetido a menudo que estaba poniendo dinero en la Real. Es radicalmente falso. La única aportación que ha contabilizado es la que procede de un préstamo concedido a la Real por una entidad desconocida que responde al nombre de Quentin Design. Llegaron 2,33 millones de los que la Real descontó de entrada 130.000 euros. Por lo demás ni Badiola ni la empresa instrumental que maneja han puesto un euro.
Tampoco es cierto que el montaje de las sillas sobre la pista tenga coste cero. La empresa Astesa ha facturado 25.000 euros por cada uno de los siete partidos en los que ha montado la instalación. En total, serán 175.000 euros más. La empresa Ulma todavía no ha facturado por la instalación de las rampas de evacuación, lo que podría ascender a 89.000 euros.
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