Agirretxe dio la victoria a los de Lillo en un partido duro en el que Bravo brilló con paradas valientes. El Mirandés puso a prueba la fiabilidad del 3-4-3.
La Real logró ayer en Miranda de Ebro su quinta victoria de la pretemporada. Los de Juanma Lillo tuvieron que armarse de paciencia para romper las líneas locales, algo que no sucedió hasta el minuto 43 de partido, cuando Xabi Prieto aprovechó una buena combinación interior entre Sergio y Marcos.
Lillo volvió a apostar por el 3-4-3 que pretende usar frente a rivales cerrados. El Mirandés, de Tercera División, puso a prueba la fiabilidad del sistema y si no logró marcar más goles fue gracias a Bravo, que se lució en un par de intervenciones de mérito a disparos lejanos.
La Real viajó con los dieciséis jugadores disponibles más Agirretxe, que entró al campo en la segunda mitad. Elustondo, Sergio, Aranburu y Marcos formaron el rombo que sirve de engranaje al equipo. Sus prestaciones crecieron con el paso de los minutos.
Con Gerardo, Ansotegi y Castillo en defensa y Xabi Prieto, Moha y Díaz de Cerio en punta, la Real comprendió pronto que el Mirandés iba a plantear más batalla que anteriores rivales de pretemporada. Elustondo trató de apoyar a la zaga en la salida del balón y, una vez superada la medular, Marcos, Sergio y Aranburu se encargaron de surtir a los hombres de arriba.
Moha, más activo que otros días, protagonizó varias internadas por su banda. En la derecha, Xabi Prieto demostró que mantiene la chispa habitual, enroscándose una y otra vez sobre sí mismo para dejar atrás a su marcador.
No tan amistoso
Ya en la segunda parte, la Real bajó la intensidad de su juego y el Mirandés rozó el empate con un vaselina de Pablo, la estrella burgalesa. La presión de los anfitriones obligó a los blanquiazules a ceder el balón al portero, lo que fue celebrado como un triunfo por la hinchada de Anduva.
Los verdaderos motivos de júbilo llegaron en el minuto 61, cuando Rubén Pérez, recién salido al campo, cabeceó a la red un centro desde la izquierda.
El partido se fue estropeando por la dureza empleada por ambos contendientes y el término amistoso quedó sólo para el acta arbitral. El colegiado, muy protestado, se ahorró muchas tarjetas, algunas merecidas.
Con el 1-1, la Real estiró líneas y apretó el acelerador en busca del tanto de la victoria. A falta de veinte minutos para el final, Lillo cambió la defensa al completo y dio entrada a Estrada por Xabi Prieto. Agirretxe había sustituido poco antes a Díaz de Cerio.
Fue el usurbildarra, único representante del Sanse en la expedición, quien sentenció el choque cuando el reloj señalaba el minuto 80. Estrada recibió un cambio de juego desde la izquierda, dejó de tacón y Agirretxe fusiló a la escuadra.
La Real sufrió las últimas acometidas del Mirandés, que en ningún momento se dio por vencido. Bravo, nuevamente, salvó el resultado cuando el tiempo expiraba.
Lillo tomó nota de los defectos que el 3-4-3 puede tener en las botas de sus jugadores. La plantilla es corta y quizás no haya en ella futbolistas capaces de hacer bueno el sistema ofensivo que predica el técnico. El domingo llega lo serio, con el Numancia.
Mirandés: Triviño, Rodri, Marín, Núñez, Gámiz, Agustín, Kali Garrido, Pablo, Gebara, Tato y Cabero. También jugaron Diego, Herrero, Aitor Calvo, Rubén Pérez, Jesús, Iribas, Espinosa, Dani Vázquez, Dani Palacios e Iván Martínez.
Real Sociedad: Bravo, Gerardo, Ansotegi, Castillo, Elustondo, Sergio,Aranburu, Marcos, Xabi Prieto, Moha y Díaz de Cerio También jugaron Agirretxe, Labaka, Estrada, Carlos Martínez y Mikel González.
Goles: 0-1, min. 43: Xabi Prieto; 1-1, min. 61: Rubén Pérez; 1-2, min. 80: Agirretxe.
Árbitro: Javier Pérez (colegio Burgalés), asistido por Antonio Rodríguez y Andrés Viloria. Muy protestado. Amonestó a Estrada.
Incidencias: unas 2.000 personas en el campo de Anduva. Césped en buenas condiciones.
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