ESCUDO DE NUESTRA PEÑA

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peña txuri-urdin alcarreña

14 julio 2008

EL NUEVE DE LILLO SE LLAMA "SKOUBO"

El entrenador realista tiene claro que Skoubo es su delantero centro para la próxima temporada.

Juanma Lillo lo tiene claro. Quiere que Morten Skoubo sea su delantero centro para la próxima temporada. Tiene una fe ciega en la calidad y la capacidad de definición que posee el danés y que apenas ha podido demostrar en la Real debido a los problemas físicos que le han perseguido prácticamente desde que aterrizara en Donostia. Por eso, el técnico tolosarra reza para que el delantero nórdico pueda formar parte de la plantilla de la próxima temporada, pero para eso el ariete deberá reducir sus emolumentos y demostrar que su espalda, que ha sufrido una dolorosa hernia discal, está en condiciones de aguantar una campaña exigente en la que el único objetivo del club txuri urdin será el ascenso a Primera.

Para el entrenador de la Real, Morten Skoubo es el mejor delantero de Segunda División y considera que su recuperación y sus goles podrían marcar el camino hacia Primera División.

Así las cosas, el propio Lillo reza porque se recupere por completo de sus problemas lumbares, acceda a reducir su ficha y los administradores concursales entiendan que su permanencia en la primera plantilla puede ser fundamental para el devenir deportivo y, por ende, económico, de la entidad realista.

MD pudo conversar ayer con el entrenador tolosarra, que tiene muchas esperanzas depositadas en él. Le gustaría que no estuviera en el grupo de los transferibles y que se quedara con él: "Rezo cada día para que Morten se quede con nosotros. Me encantaría, es un jugador importantísimo, de lo mejor que hay en la categoría. Es más, creo que es el mejor delantero de Segunda de largo", confesaba el entrenador blanquiazul, que considera que puede ser el acompañante ideal para Iñigo Díaz de Cerio en la delantera de la Real Sociedad.

Y el entrenador de Tolosa va más allá: "Muchas de las opciones que tenemos de ascender pasan por su espalda", por eso, en tono de broma, Lillo asegura que "si hace falta que le dé masajes en la espalda, se losdaré". Y es que el máximo responsable del primer plantel realista ha quedado enamorado del danés después de verle entrenar. Admira su calidad y su capacidad de definición ante la portería rival: "Es un jugador de los que, donde otros se ponen nerviosos, se toma un café". Con esta frase el técnico define a las mil maravillas la sangre fría que tiene el jugador danés, lo que puede convertirle en letal ante la meta rival, aunque para eso es necesario que las lesiones le respeten durante, al menos, una temporada.

Juanma Lillo se deshace en elogios hacia el delantero nórdico. Pero no sólo en lo deportivo, sino también en lo personal, un aspecto que para el tolosarra es fundamental: "Es un jugador muy positivo para el vestuario de la Real. Afectuoso y con un comportamiento ejemplar con sus compañeros", explica el técnico, que tiene muchas esperanzas puestas en Morten Skoubo.

Pero una de las cuestiones más importantes en la posible continuidad del danés es que el jugador esté dispuesto a asumir las consecuencias de la Ley Concursal y que los propios administradores concursales de la entidad txuri urdin sepan entender que las necesidades del entrenador son también importantes para el futuro de la entidad.

Es por esto que, a pesar de los deseos de Juanma Lillo, la continuidad de Morten Skoubo no está en estos momentos garantizada, ni mucho menos. Eso sí, el día 21 está citado para comenzar los entrenamientos en las instalaciones de Zubieta

Sin suerte

Desde que arribara a Donostia, la suerte le ha sido esquiva a Morten Skoubo. Salvo en sus primeros meses en el cuadro txuri urdin, las lesiones han perseguido a este delantero que, cuando apareció en Donostia, parecía ser una versión mejorada de Darko Kovacevic. Irrumpió por primera vez en el terreno de juego con la elástica realista cuando José Mari Amorrortu era entrenador de la Real Sociedad. En el choque entre el conjunto realista y el Espanyol disputó sus primeros minutos, dejó muy buenas sensaciones y estrelló un cabezazo en el larguero.

La siguiente semana, ante la visita del Athletic, marcó un gol y dio dos asistencias a Nihat. Pero, a partir de ahí, el delantero realista se fue desinflando. Marcó otros cuatro goles aquella temporada y el año del descenso se lo pasó prácticamente en blanco. Primero, una tendinitis en el tendón de aquiles, y luego, una hernia discal, le mantuvieron apartado de los terrenos de juego.

El año pasado siguió a vueltas con la hernia de disco, luego una rotura vertebral al caer desde muy alto en el Real-Sporting y después padeció una rotura de fibras que se alargó más de lo esperado.

A finales de la pasada campaña superó todos los problemas que tenía y comenzó a ejercitarse con normalidad cuando Juanma Lillo era entrenador de la Real y tuvo la ocasión de jugar algunos minutos en el último partido ante el Córdoba

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