O Riesgo, o Bravo. Sólo uno de los dos defenderá la portería de la Real Sociedad la próxima temporada. Badiola lo tiene claro. Con las dificultades económicas que atraviesa el club, en pleno proceso concursal, tener a un futbolista de la calidad de ambos en el banquillo es un lujo difícil de asumir. En la reunión que mantuvo el martes con algunos periodistas, dejó claro que una de las salidas previstas es la de uno de los dos guardametas.
Aunque Claudio Bravo ha reconocido que no le importaría salir del club si llega una buena oferta, parece que su caché ha caído notablemente tras la última temporada. A pesar de que el chileno había terminado como titular, y con buena nota, la temporada anterior, y tras un verano en que los rumores sobre su salida eran continuos, Chris Coleman se decantó por Asier Riesgo para la portería.
Las actuaciones del de Deba le hicieron indiscutible, y terminó la campaña como uno de los jugadores con mejor rendimiento de toda la plantilla. Bravo, por su parte, concluyó la temporada en blanco, sin ponerse los guantes en ningún partido oficial, aunque ello no le impidiese disputar algún compromiso internacional con Chile.
Además de su inactividad, su condición de extracomunitario cierra las puertas de muchos equipos al portero chileno. Es difícil que en la actual Liga, en Primera o en Segunda, un equipo gaste una de sus plazas de extracomunitario en cubrir su portería.
Por todo ello, las ofertas que la Real podría recibir por Bravo serán bajas en proporción a la calidad del futbolista. De hecho, Badiola reconoció el martes haber recibido una, aunque la calificó de menor.
Producto de Zubieta
Así, parece que una posible venta de Riesgo podría suponer una mayor inyección económica para las arcas txuri urdines. Sin embargo, el plano deportivo juega a favor del de Deba. Vender a uno de los mejores jugadores de la temporada pasada podría dejar tocada a la plantilla y ser poco entendible para la afición.
Tampoco hay que olvidar que Riesgo es un producto de Zubieta. Titular o suplente, el canterano siempre ha rendido a un buen nivel, por lo que su trayectoria en el club puede servirle de aval de cara a que el club decida continuar con él como portero titular aunque Bravo gusta, y mucho, al cuerpo técnico.
Lo cierto es que, sea por el lado del chileno o sea por el lado de Riesgo, el tándem que ha defendido la portería txuri urdin durante las dos últimas temporadas se va a romper. Es probable que esto abra la puerta para algún guardameta del Sanse.
En la actual situación, Lillo y la secretaría técnica deberán medir al milímetro los movimientos en materia de entradas, por lo que parece que, en caso de que el club mueva dinero, será para incorporar a un futbolista de campo y no a un segundo portero. Parece, por tanto, que podría haber llegado el turno de Zubikarai.
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